VILLA DE INGENIO, AÑO 2050

May 27, 2015 fenomenosocial Colaboradores, Opinión, Política Local 0

ESTAMOS PERDIENDO EL TIEMPO ANTE UNA
OPORTUNIDAD CLARA PARA DEFINIR EL TIPO DE
MUNICIPIO QUE QUEREMOS PARA EL FUTURO

Los tiempos que corren son peligrosos. El descontento de la gente con sus representantes es evidente, el desánimo es general, y la sensación de la ciudadanía es la de haber sido estafada. Todo ello, sin tener en cuenta el nivel político de los dirigentes locales que sustentan el gobierno.

Asumiendo lo anterior como hechos irrefutables, lo que toca es plantear cambios en las formas y en el fondo. Cuando la política no está creando soluciones a los problemas sino que, probablemente, está generando problemas mayores, la solución no puede ser otra que más política. Pero política de altura desarrollada por políticos que tengas las ideas claras y una hoja de ruta marcada. El por qué podamos las palmeras así o sacamos a los santos así, como argumentos a la gestión de un grupo de gobierno a través de las redes sociales, es un claro ejemplo de por qué la ciudadanía tiene la opinión que tiene de la política.

Estamos perdiendo el tiempo ante una oportunidad clara para definir el tipo de municipio que queremos para el futuro. En un contexto social y económico como el actual, en el que habrá que reconstruir los pilares básicos del estado del bienestar, y rediseñar nuestros ejes económicos, se debe ir dibujando el futuro de nuestro municipio.

En este sentido, debemos responder primero a la pregunta de ¿Cómo nos gustaría que fuera la Villa de Ingenio en el año 2050? Para empezar, debemos buscar nuestra identidad propia dentro de la Mancomunidad del Sureste. Está claro que, por desarrollo e infraestructuras no podemos competir con nuestros vecinos de Agüimes y Santa Lucía en materia industrial intensiva con los primeros, ni en materia comercial con los segundos.

Por tanto, ¿Qué nos queda? la especialización en sectores clave dentro de la nueva economía. Favorecer la implantación de industrias de la innovación, desarrollo tecnológico y energías renovables, debe ser el eje principal en el que debe asentarse el futuro económico del municipio.

Con un Plan General de Ordenación Urbana que todavía no tiene la aprobación definitiva, una zona industrial preparada para ubicar ese tipo de empresas, un parque aeroportuario que está en vía de desarrollo y que permitiría crear un espacio privilegiado para fomentar las actividades propias de la Zona Especial de Canarias y otras del Régimen Económico y Fiscal, y un proyecto como el “Ingeniopolis”, que es una propuesta para crear un lugar de encuentro de diseñadores de todo el mundo, destinado a la investigación y con centros de convenciones, exposiciones e interpretación, incluido dentro del plan de desarrollo sostenible de la Mancomunidad del Sureste, tenemos en nuestras manos la posibilidad de crear un entorno urbanístico y de equipamientos de primera calidad, orientado a la innovación, la vanguardia tecnológica y la especialización.

El sector comercial, sin duda, debe acoger en su seno a las nuevas empresas que vaya apareciendo dentro del marco de orientación y diversificación de la economía local. Es por ello, que se hace imprescindible ofertar un entorno que sea atrayente para la inversión privada y accesible para el potencial consumidor. La Zona Comercial Abierta de Carlos V es la mejor herramienta que tiene la Villa de Ingenio para ese desarrollo. Por tanto, su remodelación y adaptación a las nuevas necesidades, es inevitable, imprescindible e innegociable.

En torno a esa idea de industria y el comercio local, pueden vertebrarse una gran cantidad de acciones encaminadas a seguir diversificando nuestra economía local, apostando por el cooperativismo en un sector primario que sea capaz de ofertar productos de calidad o una oferta turística basada en la especialización rural, de tal manera, que se genere un desarrollo menos dependiente de sectores económicos concretos.

Por tanto, se hace necesario, y desde aquí reclamo, la puesta en marcha de un foro económico y social, donde estén implicados todos los agentes sociales de la Villa de Ingenio, y qué, con la ayuda de expertos de todo tipo, se vayan sentando las bases de discusión y análisis de la Villa de Ingenio que queremos en el año 2050.