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Nov 28, 2015 fenomenosocial Economía, Empleo, Inclusión Social, Noticias, Sociedad, Sociología 0
⇒ G.P. ULL |Análisis Social | Juventud y crisis en Canarias 2015
El director general de Relaciones Institucionales, Participación Ciudadana y Juventud del Gobierno de Canarias, Teófilo González, sostiene que la crisis económica ha supuesto un aumento de la pobreza entre jóvenes de 16 y 29 años. Así, prosiguió, en 2007 el 15% de jóvenes en el Archipiélago se encontraban por debajo del umbral de la pobreza, mientras que en el año 2013 ha crecido hasta el 26,4%. El director general incidió en que uno de cada cuatro jóvenes menores de 30 años no tienen los ingresos mínimos necesarios para adquirir un adecuado estándar de vida.
Estas declaraciones las realizó Teófilo González durante la presentación de los resultados del informe ‘Juventud y Crisis 2007-2013’, que ha sido realizado el Observatorio Canario de la Juventud en colaboración con el departamento de Sociología de la Universidad de La Laguna. Junto con el director general, también estuvo presente el sociólogo y director del Informe, José Saturnino García, autor del libro “Estructura Social y Desigualdad en España”, con una intensa actividad investigadora en el ámbito de la educación y la desigualdad social y con multitud de artículos publicados en revistas científicas de referencia y en medios de comunicación.
El Informe ‘Juventud y Crisis 2007-2013’está estructurado en diferentes bloques temáticos en los que se analiza, entre otros temas, la evolución demográfica; las tasas de actividad (empleo y paro); la educación, la emancipación; los salarios, rentas, la pobreza relativa o el precariado.
Teófilo Gonzalez señaló que este Informe sobre ‘Juventud y Crisis 2007-2013’ ofrece datos relevantes que permitirán a las personas e instituciones que lo consulten obtener una visión global, detallada y actualizada de la situación en que se encuentra la Juventud, no solo del Archipiélago, sino también de todo el territorio nacional. Teófilo González explicó que los datos utilizados en el informe provienen fundamentalmente de la Encuesta de Población Activa que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Encuesta de Ingresos y Condiciones de Vida de Canarias del ISTAC.
El director general avanzó algunos de los datos que se podrán encontrar en el Informe presentado, entre ellos, señaló que durante el periodo estudiado, ha descendido el número de jóvenes en Canarias en más de 66.000. Así, en 2007 había 433.272 jóvenes en Canarias, mientras que en 2013 residían 367.142 jóvenes.
En cuanto a la tasa de actividad, el director general manifestó que el volumen de jóvenes activos de entre 16 y 24 años ha disminuido desde finales de los años 70, pero la mayor caída se produce como consecuencia de la crisis. En España, continuó, nunca había sucedido que el volumen de jóvenes parados superase al volumen de jóvenes ocupados.
El empeoramiento de los indicadores laborales de actividad, paro y empleo ha sido más intenso para los varones que para las mujeres, incluida Canarias, y como resultado, la brecha de género se ha reducido. El director general indició en que, según refleja el Informe, la tendencia a la igualdad no se debe a que las mujeres hayan mejorado su situación, sino a que han empeorado en mayor medida las condiciones de los varones.
Parece existir, según el informe, una clara relación entre edad y temporalidad en el trabajo. Así, jóvenes de entre 16 a 24 años es el grupo de edad que experimenta mayor temporalidad, en torno al 60%, tanto en España como en Canarias, mientras que para el resto de la población es sitúa entre el 25 y 30%. Teófilo González afirma que dentro de la variedad de contratos temporales hay una tipología especialmente pensada para jóvenes: contratos de formación, aprendizaje o prácticas.
El Informe también alerta sobre la formación de un nuevo grupo social, el precariado. Este colectivo de personas están entre la integración y la exclusión social, y se caracterizan por la inestabilidad de sus relaciones de empleo, con empleos temporales, a tiempo parcial de forma involuntaria, con periodos variables en la situación de paro o como activos desanimados. Las personas representantes de este grupo social son principalmente jóvenes, inmigrantes e individuos con baja cualificación.
La crisis, según el informe, ha motivado que el abandono escolar temprano en Canarias se haya reducido en 2013 al 23,8%, mientras que en el 2007 se situaba en el 36,4%.
En el informe se ha destacado que a mayor nivel formativo de los padres, menor tasa de abandono educativo temprano de los estudios entre jóvenes de 18 y 24 años. Durante 2013, jóvenes de Canarias con padres con estudios universitarios tuvieron una tasa de abandono escolar del 12,2%, mientras que el abandono en jóvenes en los que sus padres tenían estudios obligatorios o inferiores es del 39,2%.
El director general explicó que la proporción de ninis, tanto a nivel de la OCDE como de comunidades autónomas está claramente relacionada el origen social, con el nivel de estudios de la población que podrían ser sus padres, entre 55 y 64 años de edad, y por el nivel de paro.
El porcentaje de jóvenes que realmente no hacen nada, ni estar en la actividad económica ni en los estudios, los auténticos ‘ninis’, oscila entre el 3 y el 8%, según la Encuesta de Jóvenes de Canarias 2012, es decir, menos del 10% de los jóvenes ni se preocupa por el trabajo ni por los estudios.
La crisis ha supuesto una considerable pérdida de poder adquisitivo de los salarios y del conjunto de renta que perciben los jóvenes. Por ello, el salario mediano se ha depreciado un 22%, pasando (en euros constantes de 2013) de 1.022 euros en el año 2007 a los 800 € en el 2013. Mientras, en la población de entre 30 y 64 años el descenso ha sido de un 3%, pasando de 1.135€ a 1.100€.
El efecto de la crisis, parece ser y según el informe, no es homogéneo para los distintos grupos de edad y género, con lo cual su efecto sobre la brecha de género tampoco es similar: aumenta entre los más jóvenes, pero se reduce en el resto de grupos.
Se ha confirmado que la crisis ha elevado el nivel de paro de los jóvenes, ha disminuido su tasa de actividad, ha mejorado ligeramente los indicadores educativos, casi no ha afectado a la emancipación residencial y los ha empobrecido en mayor medida que el resto de la población.
El volumen de jóvenes ha disminuido entre 2007 y 2013, debido principalmente a la bajada en su momento de la tasa de natalidad, más que a la emigración, según se observa en la evolución de las pirámides demográficas correspondientes. Esto supone una menor presión sobre su incorporación al sistema educativo y sobre al mercado de trabajo.
La destrucción de empleo producida por la crisis económica y financiera ha llevado la tasa de empleo al nivel del año 2000, mientras que ha disparado la tasa de paro a niveles no vistos en la historia reciente. En el caso de Canarias, esta tendencia es similar, pero con niveles mayores de paro. La diferencia en Canarias está en una menor tendencia a la caída de la tasa de actividad aparejada a la crisis. Entre los jóvenes canarios y los del resto de España las tendencias son similares, pero con mayor paro de los canarios. Cuando comparamos con otros países, antes y después de la crisis, se observa que el paro juvenil (16 a 24 años de edad) tiende a ser aproximadamente del doble del paro de la población adulta, estando actualmente en niveles por encima del 50% en España (60,3% en Canarias). Dada la diversidad institucional entre países, de características socioeconómicas y de políticas públicas de empleo, y dada la constancia observada, cabe inferir que las mejores políticas de lucha contra el paro juvenil son políticas generales de lucha contra el paro.
La tasa de empleo temporal ha tendido a disminuir con la crisis, debido a la mayor destrucción de este tipo de empleo, aunque ha aumentado ligeramente en el grupo de edad entre 16 y 24 años. La presencia de la contratación por formación o en prácticas es mínima y su volumen no ha aumentado con la crisis. El precariado, es decir, quienes están en una situación de débiles lazos laborales, no se ha visto en general tan afectada por la crisis, debido a que las relaciones ya eran débiles en la época de bonanza económica; pero cabe señalar que sí ha aumentado considerablemente para el grupo de edad entre 25 y 29 años.
Desde el punto de vista educativo, la crisis incide de dos formas: por los recortes de gasto público y de renta de las familias, por un lado, y por la disminución del coste de oportunidad de estudiar, por otro lado. Se observa cierta tendencia a la disminución de las tasas brutas de fracaso escolar y de abandono educativo temprano, por lo que puede concluirse que posiblemente de momento el efecto de los costes de oportunidad está siendo más importante. En Canarias la disminución ha sido más o menos pareja a la del resto de España, teniendo en cuenta que los datos deben ser tomados con precaución por cuestiones metodológicas. La tasa neta de fracaso escolar ha permanecido más bien constante, mientras que ha disminuido la de abandono educativo temprano, lo que significa que con la crisis no hay más jóvenes finalizando con éxito la ESO, sino más jóvenes que han terminado la ESO y que continúan sus estudios. Las diferencias por nivel educativo de la familia en fracaso escolar y en abandono educativo temprano son considerables. La desigualdad de oportunidades educativas ante el fracaso escolar es mayor en Canarias que en el conjunto de España, pero no es así en el caso del abandono educativo temprano.
Hemos tenido en cuenta un índice que mezcla las dos dimensiones anteriores, empleo y educación: los ninis. Hemos visto que su aumento ha sido considerable, hasta el punto de duplicarse. Canarias es, junto con Andalucía, la comunidad con más ninis: un 30% de los jóvenes entre 20 y 29 años. Con la crisis se ha reducido la brecha de género en este colectivo, pues la mayor tasa de mujeres ninis, debido a responsabilidades familiares (probablemente) se ha igualado con la tasa de los varones. La probabilidad de ser ‘nini’ está claramente relacionada con el origen social, por lo que debe interpretarse como un elemento de trayectoria de clase.
Se ha reducido la brecha de género en los principales indicadores laborales y económicos, debido posiblemente a que la destrucción de empleo ha afectado en mayor medida a los hombres por estar concentrada en sectores masculinizados. Es decir, la tendencia a la igualdad no se debe a que las mujeres hayan mejorado su situación, sino a que han empeorado en mayor medida las condiciones de los varones. Está por ver si la reactivación del mercado de trabajo asentará esta mayor igualdad o mejorarán más intensamente los indicadores masculinos.
Desde el punto de vista de la emancipación residencial, el efecto de la crisis ha sido mínimo. Ha afectado ligeramente a los jóvenes entre 16 y 24 años de edad, disminuyendo su tasa, pero no al grupo en el que hay más emancipados, entre 25 y 29 años de edad. Canarias está en niveles medios/bajos de emancipación en el mencionado grupo de edad en comparación con el conjunto de España, con un 39,5% en 2007 y un 41,4% en 2013. Económicamente, la crisis ha supuesto una considerable pérdida de poder adquisitivo de los salarios y del conjunto de renta que perciben los jóvenes. Además, esta disminución ha sido más acusada en los grupos de menos renta, por lo que como resultado ha aumentado la desigualdad económica y el porcentaje de jóvenes bajo la frontera de pobreza relativa.
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